Con carteles, cánticos y pancartas, cerca de un centenar de docentes salteños marcharon por el centro de la ciudad en reclamo de mejoras salariales e infraestructura escolar. La protesta, convocada en asamblea, también ratificó la continuidad del paro de actividades, en rechazo a la última oferta del gobierno provincial.
La movilización partió desde la Plaza 9 de Julio y recorrió calles céntricas para visibilizar el malestar del sector educativo, en un contexto de creciente tensión entre el Ejecutivo, los gremios y los docentes autoconvocados.
Una de las voces que se destacó fue la de Jimena Maidana, docente autoconvocada, quien apuntó directamente contra los sindicatos, especialmente la Asociación Docente Provincial (ADP). Si bien esta organización no firmó el acuerdo salarial, tampoco convocó formalmente al paro, lo que dejó sin cobertura sindical a muchos trabajadores.
“El titular de ADP pidió cesantías. Hay un ataque muy grande al derecho a huelga”, denunció Maidana, y recordó que 117 docentes salteños ya fueron cesanteados por participar en medidas de fuerza anteriores.
Entre el bolsillo y el miedo
Más allá de la crítica al accionar gremial, los docentes apuntaron a la crítica situación económica que atraviesa el sector. “El problema de fondo es el bolsillo”, subrayó Maidana, al remarcar que los salarios no alcanzan y las condiciones de las escuelas “siguen deteriorándose”.
Además, explicó que la adhesión a la medida de fuerza fue más fuerte en Capital y el sur de la provincia, mientras que en el norte, como en Tartagal, muchos docentes no se movilizan por temor a represalias o falta de recursos. “Hay casi un cesante por escuela en el norte”, detalló.
La protesta también visibilizó el deterioro de la infraestructura escolar, una demanda persistente que se suma al reclamo por actualizaciones salariales acordes al costo de vida y el reconocimiento pleno del derecho a huelga.