Casi un mes después del desborde del río Pilcomayo que generó graves consecuencias en el norte salteño, el Ministerio de Educación avanza con un plan para recuperar los contenidos pedagógicos en las escuelas afectadas, especialmente en aquellas ubicadas en el municipio de Santa Victoria Este, una de las zonas más castigadas por las inundaciones.
El evento climático provocó el aislamiento de numerosas comunidades originarias de la localidad, forzando evacuaciones y una intervención inmediata del Estado para garantizar asistencia humanitaria. Ahora, con el cauce del río en descenso, el foco se desplaza a la reanudación del ciclo lectivo en las instituciones educativas damnificadas.
Desde la cartera educativa detallaron que se lleva adelante un relevamiento integral de las consecuencias del fenómeno, tanto desde el punto de vista edilicio como pedagógico, utilizando canales de comunicación internos para realizar un seguimiento preciso de cada establecimiento.
En ese marco, la ministra de Educación, Cristina Fiore, visitó esta semana las escuelas ubicadas en la zona de Santa Victoria Este junto a equipos técnicos del ministerio, con el objetivo de evaluar las condiciones y definir estrategias para el retorno efectivo a las aulas.
“Fueron varias las escuelas afectadas, algunas de las cuales no pudieron dar clases durante este tiempo. Por eso hay que asegurar la recuperación de los contenidos pedagógicos, teniendo en cuenta que la prioridad son los estudiantes”, sostuvo la funcionaria en diálogo con medios locales.
El trabajo territorial del ministerio incluye también un diagnóstico de infraestructura escolar, a fin de determinar cuáles edificios necesitan reparaciones urgentes antes del regreso total a las clases. La implementación de contenidos alternativos y apoyos específicos será clave para compensar los días perdidos.