En una sorpresiva decisión que sacudió el ámbito de la salud pública en Salta, se confirmó la renuncia del gerente general del hospital Arturo Oñativia, el doctor Marcelo Nallar. Su alejamiento ocurre tras una extensa gestión de más de 17 años al frente de la institución. Aunque se atribuyó la salida a motivos personales, el contexto no pasó desapercibido. La modificación reciente en la atención por guardia podría haber generado tensiones internas.
Desde el 1º de mayo, el hospital Arturo Oñativia implementó un nuevo esquema de atención en su guardia médica. La medida excluye a pacientes espontáneos y limita el acceso únicamente a quienes llegan derivados por otros centros de salud públicos. Esta reestructuración fue justificada por la necesidad de optimizar recursos y resguardar a pacientes vulnerables.
Durante su conducción, Nallar fue una figura reconocida dentro del sistema sanitario provincial, especialmente por su rol en la atención de enfermedades crónicas. Su salida abre interrogantes sobre la continuidad del modelo que venía sosteniendo. El hospital, de referencia en patologías endocrinológicas y metabólicas, atraviesa una etapa crítica de reordenamiento. Mientras tanto, el Ministerio de Salud no informó quién asumirá la gerencia.
El caso del hospital Arturo Oñativia volvió a poner en discusión la accesibilidad del sistema de salud en Salta. La medida restrictiva para la atención en guardia representa un cambio de paradigma en la relación entre pacientes y hospitales públicos. Aunque se argumentó la necesidad de proteger a los inmunocomprometidos, sectores críticos señalaron posibles consecuencias negativas.
Mientras se esperan definiciones sobre su reemplazo, la situación del hospital Arturo Oñativia se transforma en un nuevo foco de atención en la provincia. La transición llega en un momento sensible, marcado por ajustes en diversas áreas del sistema sanitario. Usuarios y trabajadores aguardan señales claras respecto a los cambios en marcha.