A las 2 de la mañana del martes, Carlitos Muñoz y Carlitos Mendoza, dos conocidos enduristas de Tartagal, luego de varias horas de angustia de amigos y familiares rescataron a María Sosa y a Fabiola Urzagasti, dos mujeres adultas domiciliadas en Villa Güemes, quienes en la tarde del lunes habían salido a hacer senderismo, como lo hacen tantos hombres y mujeres que aprovechan esta época del año para hacer ese tipo de actividades, cuando parten en horas de la siesta para regresar antes de que bajen el sol y la temperatura.
Cuando cayó la noche los familiares de ambas mujeres, que suelen salir de caminata en forma habitual, comenzaron a preocuparse, y cerca de las 10 de la noche dieron parte a la Policía de la Provincia y a la Gendarmería Nacional, cuyos efectivos se desplegaron hacia la zona de las serranías del este de Tartagal. Cuando por las redes sociales se comenzó a difundir la noticia de que las dos mujeres no habían regresado a sus domicilios, se sumaron vecinos, amigos, familiares y aficionados al enduro de Tartagal, que suelen recorrer toda esa bellísima pero no por eso menos peligrosa zona de Tartagal.
“Los familiares, amigos y hasta el intendente de Tartagal, Mario Mimessi, también estaban todos movilizados porque justamente fue una de las noches más frías en la zona”, explicó Muñoz, quien consideró que “es muy bueno que la gente haga actividad física, pero hay que tener mucho cuidado en la zona de los cerros. Por suerte esta fue una historia con final feliz”.
El endurista Carlos Muñoz relató que "quienes avisaron al club de enduro que había dos mujeres perdidas fueron los chicos del club A Todo Pedal, y cuando llegamos a la zona de Villa Güemes los chicos que hacen ciclismo decidieron ingresar a los cerros pero caminando, porque podían estar en cualquier lugar y es una zona amplísima. Ellos fueron los últimos en bajar después que les avisamos que ya habíamos encontrado a las dos chicas".
Muñoz y Mendoza, los enduristas de Tartagal que estuvieron en el rescate.
Muñoz y Mendoza ingresaron en motocicletas a los cerros haciendo la senda que dejan los enduristas que suelen participar del Suns Race y otras que utilizan quienes habitualmente practican este deporte. Ellos aclararon que los recorren "durante las horas del día; jamás nos aventuramos a hacer esos circuitos de noche, porque sabemos que son riesgosos, pero esta era una situación muy particular".
"Ingresamos por el camino de las motocicletas y las localizamos como a 8 kilómetros del circuito y a más de 10 kilómetros del pie del cerro. Hacía mucho frío, las chicas estaban sentaditas al costado del camino y habían decidido dejar de caminar. Hicieron bien, porque para adelante la senda es de más de 32 kilómetros y tampoco se animaban a volver", relató Muñoz.
"Cuando las encontramos les dijimos: "A ustedes las estamos buscando', les dimos las camperas y las cargamos en las motos para llevarlas de vuelta, donde estaba toda la gente esperándolas", agregó.
Muñoz remarcó "la solidaridad, la preocupación y la predisposición de los tartagalenses para ayudar. A nosotros dos nos tocó encontrarlas, pero los ciclistas ingresaron caminando, la Policía y la Gendarmería también y habían desplegado un impresionante operativo de búsqueda".