Durante el rezo del Regina Coeli, el papa León XIV sorprendió con un fuerte respaldo a la encíclica “Laudato Si”, firmada por su predecesor Francisco hace diez años. Desde la ventana del Palacio Apostólico, reafirmó la importancia de escuchar el “doble grito” de la Tierra y de los pobres, retomando así la agenda ambiental que marcó el pontificado anterior.
En su discurso, León XIV destacó que la encíclica tuvo una difusión extraordinaria, inspirando iniciativas en todo el mundo orientadas a cuidar el planeta y proteger a los sectores más vulnerables. Subrayó que este legado continúa vigente y animó a redoblar esfuerzos en pos de un desarrollo sostenible. También expresó su apoyo al movimiento "Laudato Si" y a todos los actores comprometidos con este camino.
En un contexto mundial marcado por guerras y tensiones, el pontífice también elevó una oración por la paz y manifestó su acompañamiento a quienes trabajan por el diálogo y la reconciliación. Sin mencionar conflictos específicos, su mensaje fue leído como un llamado pastoral a construir puentes, tanto en lo político como en lo espiritual.
Como parte de su agenda ambiental, León XIV envió un videomensaje a un encuentro de rectores universitarios en Río de Janeiro, donde insistió en la urgencia de una “justicia ecológica, social y ambiental”. El evento fue parte de los preparativos hacia la Cumbre Climática COP30 que se celebrará en Belém. La intervención del Papa fue vista como un intento de alinear a la educación superior con los valores de la encíclica.
Al finalizar, León XIV ofreció una reflexión espiritual centrada en la confianza en el Espíritu Santo, destacando la necesidad de actuar con fe y esperanza. Invitó a vivir el Evangelio en cada gesto cotidiano y a ver el rostro de Dios en los pequeños, los pobres y los que sufren. Su mensaje cerró una jornada marcada por la continuidad del legado de Francisco y una renovada apuesta por la justicia integral.