Los enfrentamientos ya dejaron 1.700 muertos y más de 7000 heridos en Israel y Gaza. El grupo palestino amenazó con ejecutar rehenes si no cesan los bombardeos sobre Gaza.
Mientras las autoridades de Gaza denuncian que pronto se quedarán sin combustible y eso provocará «una catástrofe humanitaria«, el ejército israelí sigue intensificando los ataques Según la información oficial, ya son más de 1.700 las víctimas fatales y más de 7.000 los heridos en Israel, mientras que hay 900 muertos y al menos 4.500 heridos en la ciudad palestina.
Tras la inédita ofensiva, comparada por Israel con los atentados en Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001, el ejército del estado judío anunció que «controla» localidades del sur donde había infiltrados de Hamas, pero admitió que «podría haber aún terroristas en la zona», según un portavoz militar.

En paralelo, se activaron las alarmas antiaéreas en Jerusalén y Tel Aviv tras los ataques con misiles desde Gaza en el tercer día de conflicto con los grupos terroristas. En ese sentido, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ordenó el bloqueo total en el enclave palestino, que quedará sin suministro de electricidad, alimentos y combustible.
Decenas de miles de soldados israelíes están siendo desplegados cerca de la Franja de Gaza, un territorio con 2,3 millones de habitantes controlado por Hamás desde 2007. Desde las fuerzas armadas israelíes informaron que este lunes habían bombardeado 500 posiciones de Hamás y de la Yihad Islámica. Por este motivo, más de 123.000 personas se han visto obligadas a dejar sus casas en esa zona, indicó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).