El precio de la carne registró un nuevo aumento luego de varios meses de relativa calma. En los próximos días, los incrementos podrían ubicarse entre el 10% y el 15%, impulsados principalmente por el encarecimiento del ganado en pie y una menor disponibilidad de hacienda en los mercados.
Miguel Schiaritti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carne (Ciccra), explicó que el salto de precios responde a una combinación de factores del mercado ganadero. “El valor del ganado volvió a subir de manera considerable, incluso con una entrada importante de animales en los mercados concentradores”, indicó. Según detalló, el precio promedio ronda actualmente los $3.500 por kilo en el mercado interno, mientras que los animales destinados a exportación se ubican cerca de los $4.000.
Schiaritti anticipó que la presión sobre los precios podría continuar en las próximas semanas: “Si la oferta sigue cayendo, es probable que tengamos otro ajuste hacia fines de noviembre o principios de diciembre”, advirtió.
Factores que impulsan la suba
Los carniceros y analistas del sector coinciden en que varios elementos confluyen en esta nueva escalada de precios de la carne:
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Condiciones climáticas adversas, que complicaron la producción y limitaron la oferta de hacienda.
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Mayor demanda externa, en especial por el aumento de exportaciones tras acuerdos comerciales con Estados Unidos.
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Especulación previa a las Fiestas, cuando suele crecer el consumo interno y los precios tienden a ajustarse.
El impacto en Salta
En los comercios salteños, el aumento ya se hace sentir. Los cortes más populares —como asado, milanesa o carne picada— se venden entre $13.000 y $18.000 por kilo, y podrían superar los $20.000 si se confirma el nuevo incremento.
Para muchas familias, el alza vuelve a golpear el presupuesto doméstico. Algunos consumidores optan por reducir porciones o reemplazar la carne vacuna por pollo o cerdo, alternativas más accesibles.
Si la tendencia se mantiene, diciembre podría llegar con otro ajuste antes de las Fiestas, consolidando una suba que impacta de lleno en uno de los alimentos más sensibles de la mesa argentina.








